Ya se está repitiendo mucho el temita de poder criticar a según que estamentos y a otros no. Hay ciudadanos que tenemos vetadas las opiniones sobre según que ideales socio-políticos e históricos y a portar y/o mostrar alguna tipo simbología.
En cambio las opiniones, incluso que incitan a la violencia extrema, en boca de la izquierda es aceptada o como mucho regañada con un castigo verbal. Esta gentuza del antiguo grupo terrorista catalán se esta subiendo a la parra demasiado ante la permisividad de los grupos socialistas. Tengo amigos con problemas legales por haber expresado sentimientos e ideales, que muy lejos estaban de desear la muerte a nadie. Y es que los que votaron por la democracia son los primeros en denegar la democracia a los que no comparten su afinidad política de izquierdas progresista o convicción religiosa, e imponen normas a cualquier precio.
Gracias a Dios, pronto las aguas volverán a su cauce y el sentido común hará ver que así no vamos bien.
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